Belleza desdeñada
modesto penacho
sentenciado a un rincón
objeto fabricado
para evadir realidades
Arraigada en la vida discreta
eres palma que habla silenciosa
Mientras zarandeas los si y no
de nuestras soledades
Como una mano sobre la piel.
te deslizas acariciando el cuerpo
de la tierra.
Iliana Hernández Arce
Octubre 2009