Amo la alquimia, me intriga, me tortura felizmente con sus métodos herméticos, casi inasibles. Reciclar es un rito, un trabajo de alquimia en el que los restos de nuestra cotidianeidad, vueltos escombro, se transforman en campo abierto, hojas en blanco para que volvamos a escribir las historias de todos los días, las que dejan rastro en nuestra memoria, dependiendo de su peso y valía, o que, bajo el abanico de la escoba, se van en paz a figurar en abismo de los recuerdos dormidos. Y ojalá volvieran, transformados de nuevo, a rendir respeto a nuestra Madre Tierra. Hemos encontrado la piedra filosofal para la alquimia de los tiempos en que vivimos, ojalá todos la poseyéramos, todos la utilizáramos: RECICLAR
Elia López.
Querida Iliana, adoro la ilustración que acompaña al texto. No hay reclamos sindicales en absoluto. Un abrazo grande. :) Ely.
ResponderEliminarNo me imagino la alquimia sin la luz de la luna, ni mejor relación que la alquimia y el reciclaje. Es mágico! Gracias Ely
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